28 febrero, 2006

Los chilitos españoles

A petición de mi único público, y como estoy hasta la madre de las juntas estúpidas que padecen los burrocratas, a continuación les presento la receta de los únicos y espectaculares:

PIMIENTOS DE PADRÓN

esta receta he de confesar, se la copié a Claudia y Luis, pero claramente a mi me sale mucho mejor. Como su nombre lo indica, estos deliciosos chilitos españoles, no son chilitos, son pimientos que se dan en Padrón (La Coruña, Galicia, España)y se cultivan cuando aún estan verdes: "os pimientos de padrón uns pican e outros non", y fueron llevados por los franciscanos desde México en el siglo XVI a la madre patria.
En la Ciudad de México, se pueden conseguir en Superama, bajo el nombre de Pimientos de Garnika, que vienen en una charola plástica transparente.

Ingredientes:
1. dos o tres charolas de pimientos
2. una taza de aceite de oliva extravirgen
3. tres cucharadas de sal de mar
4. tres cucharaditas de sal normal
Procedimiento:
Después de lavar los pimientos, es necesario realizarles una pequeña rajada (para que no exploten cuando estén en el aceite caliente). Poner el aceite a calentar en una cacerola/ sartén que tenga tapa. Una vez caliente el aceite, agregar por tandas (una charola a la vez) los pimientos, una cucharadita de sal y una cucharada de sal de grano. Dejar dorar unos buenos tres o cuatro minutos y luego tapar la olla y agitarla para que se integre el aceite y la sal. Dejar cocinar unos tres o cuatro minutos mas. Repetir el procedimiento dos veces mas.
Degustación:
Estos pimientos son en realidad una botana, una vez que no esten tan calientes, se rectifica la sal y se comen enteros de un solo bocado... deliciosos y adictivos

Sopitas para el Ruy

Como he decidido darle sentido a mi burócrata existencia, de ahora en adelante ayudaré a los inútiles de mis amigos para que cocinen algo, aunque sea un sándwich.

El primer caso que trataré, es el de Ruy Reynaldo.
Antecedentes:
Ruy y Lili se quieren poner a dieta, y consideran que su problema radica en las noches, en las que regresando de un estresado día de trabajo se atascan todo lo que encuentren en el refrigerador.
Solución:
Yo aún vivo con ese hábito de llegar muerto de hambre y echarle harta fruta a la piñata, sin embargo existe una manera de seguir haciéndolo y no tener consecuencias marranescas...TODOS A TRAGAR SOPA DE VERDURAS!! Que no sólo es rico y nutritivo, sino lo importante es que te permite deglutir galones hasta saciar el apeto.
Ingredientes de receta básica:
1. una lata de "Caldo de Res" marca Campbells
2. un cuarto de cebolla blanca
3. medio diente de ajo
4. una vara de apio
5. un manojo de acelgas
6. 100g. de pechuga de pollo
7. dos cucharadas de aceite de oliva
9. sal y pimienta al gusto
Metodología:
La cebolla y el apio se pican en pequeños cubos ((brounoise): ) y se fríen en el aceite de oliva caliente. Mientras esto sucede, se pican "groseramente" las acelgas. Cuando la cebolla y el apio estén transparentes, se agregan las acelgas y un poco de sal para que suden. Después de dos minutos se agrega el medio ajo (entero si lo quieren retirar y que el sabor sea sutil, o finamente picado, como debe de ser). Instantes después se agrega el contenido de la lata de caldo y dos medidas más de agua. Se mantiene a alta temperatura hasta que suelte el primer hervor y se agregan entonces los trozos de pollo. Se tapa la olla, se baja el fuego al mínimo y se deja que se cocine durante 15-20 minutos. Y listo, a tragar se ha dicho. Sirve a una o dos personas dependiendo del hambre.
Useless Fact:
La acelga (Beta vulgaris var. cicla) es una planta herbácea bianual cultivada como anual, con hojas grandes, de color verde brillante y nervadas. Los tallos (llamados pencas) son blancos, amarillos o rojos, según la variedad.

Se puede consumir toda la planta, incluidas hojas y pencas, si se recolecta cuando éstas son pequeñas (menos de 20 cm.), pero si se dejan crecer es mejor desechar la penca ya que tiende a amargar. Se cocina igual que la espinaca, de la cual es pariente. Las plantas muy tiernas se pueden consumir crudas en ensaladas.

Después de la espinaca, es la verdura más apreciada ya que aporta vitaminas, fibra, ácido fólico y sales minerales con un alto contenido de agua (48%). Las hojas exteriores, que suelen ser las más verdes, son las que contienen mayor cantidad de vitaminas y carotenos.

Las variedades más conocidas son:

Ginebra, Rey de invierno o Lucullus, con pencas blancas y hojas rugosas.
Ruby, Borgoña, Arco iris, con pencas gruesas y de color rojizo